lunes, 8 de noviembre de 2010

Astillero Electricista. El SME ante la Agrupación Política Nacional.

Inaugurando una serie de artículos de opinión, que estaremos publicando en el blog, les presentamos:
LaboratorioSME.


El SME ante la Agrupación Política Nacional.


Astillero Electricista.

Por Gerbycortocircuito.

Después de más de un año el SME pese a todo en contra sigue presente en la vida política del país y no solo eso, se ha consolidado como un movimiento por la reivindicación de los derechos de la clase trabajadora. Sin el SME el movimiento obrero no existiría. El capital político de este movimiento deberá ser traducido en una organización política capaz de aglutinar a las fuerzas progresistas del país que por muchas circunstancias (desencanto, desconfianza hacia la clase política, apatía, desinterés, etc) no han participado y no participaran en la vida política del país. El llamado del secretario general del SME Martin Esparza Flores en el estadio Azteca a la conformación de una agrupación política nacional (APN) es acertada. La lucha del SME deberá traspasar las fronteras de la recuperación del empleo. Sin embargo, la construcción de una nueva fuerza política debe estar acompañada necesariamente por la reinstalación de los compañeros que no han cobrado su liquidación ante la extinción ilegal de LFC.

Tomar como método de lucha a mediano plazo la lucha del SME por la recuperación del trabajo perdido a través de una APN  y con ello resolver el conflicto, en caso de que la solución no esté en lo inmediato, es una posición muy arriesgada y sin un futuro prometedor dada la precaria situación económica de los compañeros en resistencia.

Existen prioridades importantes y la APN deberá irse construyendo alternativamente con la lucha de todos los que no nos hemos liquidado, pero NO DEBE SER EL PLAN B DEL SME a cambio de una respuesta desfavorable de parte del congreso a la iniciativa de reforma a la ley de servicio público de energía eléctrica.

Si bien es cierto que existe desencanto hacia la clase política (PRI, PAN y chuchos-PRD) ante los fraudes electorales, las maniobras y arreglos denominados “alianzas electoreras”, la falta de una autentica democracia partidaria, corrupción en las organizaciones políticas, apatía y desconfianza ciudadana etc. que sería deseable atraer y explotar, también debe tomarse en cuenta que para poder crear dicha expresión política, debemos ser cuidadosos en construir sobre “piso firme” y no cometer los mismos errores de los movimientos como 1968, el del neocardenismo de 1988 y el del neozapatismo de ser movimientos nacionales (incluso más fuertes y con presencia amplia mayor que el del SME) en solo ser entes burocráticos y movimientos pasivos que para este año 2010 no contribuyen para nada en la lucha política de las masas, sino hasta incluso ayudan ahora a la oligarquía contra los verdaderos adversarios de esta.

Por ello planteo que la APN deberá moverse a través de los siguientes lineamientos:

a)     Deberá ser una organización nacional, constituida como dicen los conocedores “de abajo hacia arriba” hacia un comité directivo y no al revés. La idea de que en un inicio las representaciones de los grupos de trabajo del SME tomen la construcción de la APN es una posición muy cómoda para cualquiera y con pocos resultados. Cualquier agrupación política debe partir de sus comités de bases (células políticas de un territorio definido) con el fin de difundir en su ámbito de influencia los programas, los principios y las alternativas de clase  son indispensables. El no realizar el trabajo desde abajo a través de los comités de base fue un error del PRD  que en un inicio y gestiono la formación de estos comités, pero ante el miedo de su aparato burocrático que esta estructura tomara raíces y y decisiones dentro de dicho partido, opto por borrarlos del mapa política interno. No cometamos este mismo error y crear un membrete sin representatividad estructural.

b)    Deberá integrarse un comité ejecutivo u órgano representativo que si bien tendrá miembros del SME, deberán estar desvinculados de la estructura orgánica del propio sindicato. El refrán de “no puedes servir a dos amos” justifica esta hipótesis, no es posible desempeñar una labor en la APN si tienes una responsabilidad sindical (sobre todo en el comité central). Estos puestos son para servir a la sociedad y no para servirse de ella, por ello el lema “el pueblo da y el pueblo quita” deberá aplicarse a esta APN cuando algún miembro de esta organización no obtenga los resultados y objetivos esperados.

c)     De lo anterior debemos fomentar los puntos de vista de todos los miembros, pero no debemos caer en los sectarismos, los amiguismos, el ajuste de cuentas, la mezquindad, el burocratismo etc. los cuales  son males de siempre de la izquierda mexicana de toda la vida.

d)    Debemos construir desde la base una APN de abajo hacia arriba cuya prioridad deberá ser la lucha social y en segundo plano la política. Pero esto no exenta a la APN de participar en la vida electoral del país. Es por ello que deberá presentar buenos candidatos a la sociedad (perfil, carisma, liderazgo autentico, capacidad y talento)  y tener un objetivo inmediato: que en todos los municipios donde el SME es mayoría ejemplo Nuevo Necaxa, Zictepec, Juando etc.  Deberá estar gobernado municipalmente por miembros del SME y convertirlos en un bastión de resistencias en dichos municipios.

e)     En los congresos locales y federales deberá realizarse la suficiente labor política para garantizar la presencia de la APN. Es importante alcanzar asientos en estos órganos de gobierno, pero no para premiar con la curul a un miembro que me ayudo en mi gestión como secretario general, sino que realmente haga la labor de sus representados, realice gestiones como diputado e informe de los resultados cada mes en una audiencia pública con la base de la APN. No queremos diputados que una vez alcanzada la curul, ni sus luces veamos  ni en el SME.

f)      No debe convertirse la APN en un membrete como otras seuodoagrupaciones que existen en el país e incluso reciben dinero del erario público. Esta APN debe ser un instrumento de lucha, que traspase lo electorero y ayude realmente a las clases más marginadas, con un programa de izquierda bien definido, con plan de acción que marque objetivos estratégicos y coyunturales y una declaración de principios que enmarque la pertinencia de la organización en la sociedad.

g)     Deberá la APN vincularse efectivamente con las bases de los movimientos sociales y políticos de izquierda en el país y no con sus membretes o sus líderes charros (caso concreto el sindicato de telefonistas o bien el de los mineros) y hacer alianzas coyunturales con las formaciones políticas afines, sin caer en el pragmatismo electorelo como el PRD-CHUCHO.

h)    Deberá ser un movimiento nacional y deberá dar propuestas de solución reales, para ello necesitara de gente de todos los campos y de todas las formaciones intelectuales y académicas posibles. No deberá ser un movimiento contestatario, sectario, aislado y mesiánico (ejemplo el EPR y el neozapatismo) que de iniciar una lucha hace ya varios años, ahora salvo las agresiones a sus bases de apoyo, no son ni la nota de los cintillos de los periódicos.

Por todo esto la APN urge construirla, pero no debe hacerse bajo las rodillas como diría Almazan, ni con gritos de gente que solamente habla en las asambleas y en la práctica poco hace.  Es una labor titánica si realmente se quiere formar una verdaera organización politica y necesitara más que reuniones y talleres de formación.

Primeramente deberá valorar lo mucho que existe de recurso humano en este país, dentro y fuera del SME y someterse a la autocritica y critica constructiva. Ya no se vale “alinearse” o “abrirse” en los temas coyunturales ya que esto deberá traspasar fronteras y no seguir haciendo “lo mismo de siempre”. Esto es un cambio y de raíz, de otra manera solo quedara en el intento más de una alternativa hacia un nuevo país.
MENOS QUE ESO, NO ES NEGOCIABLE.

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